Cartel: Ana Romero Isla
Fotografía de la Vía Láctea: Amalia Rosas Marín
  • Expuesta el 8 de febrero de 2020 durante el Worldvision Fashion Show, Madrid

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Quienes formamos esta asociación nacimos, en el origen, de encuentros casuales en cursos de formación. Era tanto nuestro entusiasmo inicial que, de manera natural, vamos congeniando y encajando, formando así un ameno grupo, variopinto y heterogéneo, con peculiares formas de ser y singulares maneras de ver el mundo a través de las cámaras.

Con el tiempo, y unidos por nuestro amor a la fotografía, nos convertimos en un grupo compacto y establecimos quedadas autodidácticas. Estos encuentros van cimentando una amistad y consolidando el grupo hasta que, hace poco más de un año, decidimos asociarnos, con el único objetivo de seguir aprendiendo con el mismo anhelo que el primer día.

En el camino, avanzamos de la mano de varios fotógrafos, que nos transfieren no solo conocimientos sino una mirada distinta; que nos inculcan la búsqueda de lo extraordinario en lo cotidiano; que nos inspiran para contar historias a través de instantáneas; que nos animan a experimentar con la luz y las emociones.

En esta exposición colectiva, dedicada a la mujer, seguimos con el entusiasmo de quienes disfrutan de este arte entre amigos.

Presentación

Si hablar de “Universo mujer” puede parecer, cuanto menos, pretencioso, intentar plasmarlo en imágenes podría parecer, a priori, presuntuoso. Este es el reto que se marca la Asociación Fotográfica «En el punto de mira», ni más ni menos: capturar distintas líneas de ese universo infinito para contravenirlo y acercarlo a la concreción, darle visibilidad a algunas facetas de distinta índole para construir un discurso, donde la mujer, no solo sea protagonista, sino que trascienda el propio momento y la mera imagen hasta llevarnos a una comprensión lo más plural posible de dicho universo.

Podemos decir que esta exposición destaca por la heterogénea visión que viene dada, en gran medida, precisamente por ese discurso asentado en la observación, la admiración, tanto como contemplación como fascinación, y la reflexión, haciendo crecer a la vez la necesidad de manifestar, de desvelar, en el sentido aristotélico podríamos decir de  mirar extrañándonos de las cosas, aprehendiéndolas y, en definitiva, plasmándolas por medio de unos ojos que miran a través de la cámara tan fascinados como hambrientos de curiosidad y que, en última instancia, se concretan en esta serie de fotografías tan dispares a priori como quienes las firman.

Aventurándonos en estas imágenes, encontraremos lecturas de todo tipo, estilos tan variados, que casi esbozan un enésimo y sonriente encontronazo entre lo apolíneo y lo dionisíaco, choque brutal que no pretende sino despertar al espectador y capturarlo en la contemplación y reflexión a la que antes hacíamos referencia, pudiendo recrearse en la metáfora de algunas fotografías, en los retratos robados, en los posados, en los figurados, en las fotografías costumbristas, en las instantáneas, pero sobre todo, en la mujer como hacedora, como creadora de su propio universo que es, a la vez, parte de ella misma. Esta es la riqueza que pretende transmitir esta exposición, la mujer como sujeto activo y reflejo, sujeto que hace y recibe a la vez, que recibe y que da, que enriquece y que se enriquece. Mientras la mirada del espectador se dirija por esas líneas invisibles de un concepto a otro, esta exposición se irá engrandeciendo, no ya por su estética, sino porque se habrá reconocido a la mujer como agente de su propio universo.

Para Mª Ángeles y Marcos

La exposición consta de treinta y tres fotos, tanto en blanco y negro como en color. Las que aparecen en este dossier son la base de la exposición, no obstante los autores podrán añadir alguna o sustituirla por otra dentro de la misma temática.
Comisaria de la exposición: Ana Romero Isla


Amalia Rosas Marín

Luz y oscuridad. Cara y cruz de una moneda. Vida y muerte. Una caricia, un sueño, la música y el camino. La luz cálida del sol sobre las manos que acarician el grano del que se obtiene el pan de la vida. Caricias de amor. Ese sol del atardecer sobre los pies que sustentan la fuerza del cuerpo que te acompaña hasta el final del camino. Una mujer que dormida, y aún a oscuras, no deja de encontrar estrellas de luz como una constelación a su alrededor. Las notas de un piano hacen que se adentre en el punto de luz que lleva en su interior. Haces que me sienta bien…


Ana Romero Isla

Todas las etapas de la vida tienen en su parte buena como mala, no siempre va unida la edad madura extrema con la tristeza, melancolía, pena, etc, ni a la inversa. La vida tiene siempre el equilibrio de felicidad y sin sabores para tener ánimo de seguir luchando «por vivir».


Belén Ortiz García

La vida es impredecible, no sabemos qué nos puede deparar el futuro, intentamos seguir una guía o camino para que sea lo mejor posible, puede que lo consigamos o no, es como echar una moneda al aire, te puede salir cara (vivir bien) o cruz (sobrevivir).


José María Cangas Tirado

¨Labradora¨ Esta foto surge de un paseo por la vega de Granada, junto a la capital. Resulta llamativo que, a pocos metros del centro de la ciudad, puedes encontrar tierras de cultivo. Se trataba de reflejar el contraste entre la urbe y el campo. En el caso de Granada, este límite se está respetando desde hace algún tiempo. La foto refleja un momento real y en este caso destaca sobremanera la alegría de la labradora y su papel predominante en el momento. 

¨No viene el panadero”. Alpujarras profundas. Esta comarca alberga multitud de pueblecitos que aún guardan costumbres que parecen sacadas de tiempos pasados. Si bien una parte de esta comarca ya ha sido invadida por el fenómeno turístico que inevitablemente les resta autenticidad, si te adentras en pueblos más aislados, puedes conseguir escenas cotidianas con gran contenido costumbrista. La foto refleja una situación real en la plaza de uno de estos pequeños pueblos.


Juan José Saiz-Pardo González-Aurioles


Lola Fernández Montoro

Yo, tú, ella. Nosotras
Cuando tú me preguntes,
por qué te miro yo,
cuando tú me preguntes,
qué piensa ella,
cuando tú nos preguntes,
qué sentimos nosotras.
Cuando tú te preguntes…
te diré: quiero tu alma noble, s
in incertidumbre, te diré:
te quiero digna, feliz.
Te diré que nos queremos libres.


Mariló López Rodríguez

La calle es amplia, ruidosa, común para todos.
Vamos y venimos, sin apenas mirar, entre el tumulto de nuestra rutina, sin darnos cuenta, que es el mayor escenario público, para mostrar arte de manera transitoria, sin importar el instante en el que se produzca.
Son esquinas o lugares no escogidos al azar, donde los sonidos o hechos, se mezclan en ese gran espacio común.
Aportan color al paisaje urbano, ajeno a los acontecimientos.
Como arte, el sonido de la fotografía, también está presente, también existe, plasmando momentos de manera instantánea.
Miradas y acontecimientos privados que se escapan a otros ojos.
Ojos de mujer, que ven a otras mujeres, llenas de amor, sonido y color.


María del Pilar de la Torre Rubio

Estamos hechas de luces y sombras. Ambas habitan en nuestro interior formando parte de lo que somos y de lo que queremos ser. Lo que reconocemos y lo que evitamos. Lo que admitimos y lo que ignoramos o no queremos ver. Un equilibrio difícil de lograr para poder vivir con nosotras mismas.


Rocío Lombardo Enríquez

El color juega un papel importante en mi vida, como mujer, fortalece mi confianza, me arranca en el alma emociones y formas de relacionarme. Es por esto, la elaboración de esta serie, con la única pretensión de fluir en el espectador emociones a través de los colores de las fotografías, que pueden o no coincidir con mis motivaciones pero que en cualquier caso, el impacto de un color podría levantar una pasión o sentimiento que no deje indiferencia. Todo esto relacionado con la mujer, con su necesario empoderamiento, y cómo el color afecta a nuestras decisiones y motivaciones femeninas cotidianas. Color y emociones en el alma de una mujer.


Sagrario Fernández Teba

Manos de mujeres, la mujer como “hacedora”, como creadora, empoderada, fuerte y luchadora, manos jóvenes y manos ajadas por las vicisitudes de la vida, pero manos activas, nunca quietas, siempre emprendiendo. Manos que dan y manos que reciben, manos bidireccionales, manos multiplicadas, manos protectoras y manos ejecutoras. La mujer plasmada a través de unas manos, de algunas manos que denotan parte de una realidad compleja dentro de este universo.


Silvia Porcel Peralta

Soledad González Reyes

La música profesional es un terreno  en el que tradicionalmente la mujer ha sido infravalorada y relegada a un segundo plano. Sin embargo, hay un creciente número de mujeres que reclaman su sitio, un lugar que han tenido que conquistar con esfuerzo, ya sea sobre o detrás del escenario (Solistas, bandas exclusivamente de mujeres o mixtas con estilos muy diferentes, aumentan en cantidad y calidad. Intérpretes, compositoras, productoras, técnicas de sonido o iluminación…). Hoy estas cuatro mujeres son una muestra de todas aquellas que, de un modo u otro, forman parte de este mundo. Mujeres que se esfuerzan cada día como Sila o Sole y que luchan contra viento y marea por alcanzar sus sueños. Mujeres valientes que han quemado sus naves sin mirar atrás como Inma o Rosa y han hecho de su pasión su vida. Representantes de otras muchas, cuyos rostros probablemente no serán conocidos nunca, pero que continúan abriendo caminos y sin las cuales este vasto territorio que es la música estaría sin duda incompleto.